Tanto en el predio de Casasol como en el predio 4 de Junio se hizo presente la policía de Santa Fe para custodiar los entrenamientos de Unión y Colón respectivamente.
El fútbol de Santa Fe se encuentra en uno de los peores momentos de su historia moderna. Con administraciones que han impactado directamente en la situación deportiva, Colón y Unión se disputan no perder la categoría en un campeonato de 28 equipos. El Sabalero es el más complicado por estar en zona de descenso, aunque el Tate está solamente un punto por delante a falta de dos encuentros para el cierre de la actual Copa de la Liga.
Sin embargo, no hay coyuntura que pueda justificar la violencia, amenazas y desmanes producidos en ambos bandos en estos últimos días. Fueron tristes los sucesos producidos luego del empate entre Unión y Lanús en el 15 de Abril, donde simpatizantes Tatengues se cruzaron con la policía y tanto la sede como el bar de la institución sufrieron importantes daños. A esto se suman los heridos: tanto hinchas como policías.
Por el lado de Colón todavía está latente el ingreso de los barrabravas al entrenamiento, suceso ocurrido en la temporada anterior. Aunque, volviendo al presente, previo a la dura derrota ante Banfield, el domicilio particular de José Vignatti, presidente, amaneció con banderas amenazantes: «ganen o ya saben», «Colón no es tu empresa», entre otras pancartas que se exhibieron el día lunes por la mañana.
A partir de esto, la policía de Santa Fe custodia los entrenamientos Tatengues y Sabaleros en una imagen que denota la exuberancia con la que se vive el fútbol por nuestros lares. Y, al mismo tiempo, evidencia lo que podría representar un desempate por la permanencia entre ambos.
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