Sebastián Báez era la última esperanza argentina en el US Open. El joven de 22 años tenía la dificilísima misión de vencer a Daniil Medvedev, el número tres del mundo y «caballo negro» a llevarse el título por detrás de Carlos Alcaraz y Novak Djokovic.
Como era de esperarse, el ruso estuvo implacable y se llevó el triunfo en sets corridos por 6-2, 6-2 y 7-6 (6), en lo que fue el partido principal de la jornada en el Arthur Ashe.
Tras la tercera ronda, ya no quedan raquetas albicelestes en el último Grand Slam del año. Sin embargo, Báez no tiene nada para reprocharse, ya que alcanzó las trece victorias consecutivas entre los ATP 250 de Kitzbuhel y Winstons Salem, en los que salió campeón, y su participación en las canchas de Flushing Meadows.
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