El quilmeño Sergio “Maravilla” Martínez deslizó que está prácticamente al borde de colgar los guantes, luego de frustrarse la anunciada pelea del 25 de noviembre próximo con el italiano Etinosa Oliha por el título mundial mediano de la Organización Internacional de Boxeo (IBO).
En diálogo con Télam desde Madrid, Martínez dio a entender que influyó una mano negra de su propio manager, Elvis Grant, con quien estaba disgustado desde los días previos a su presentación en el Luna Park.
“Desde entonces no hablamos y como él tiene amigos en la IBO, chau pelea por el título, ese sueño se esfumó”, añadió el excampeón mundial superwelter y mediano.
Consultado por los estados de ánimo que promovió semejante noticia, “Maravilla” detalló a Télam: “Me cayó mal y estuve amargado y triste el viernes pasado. Y también parte del sábado. Hasta me dije que jamás volvería a meterme otra vez en un gimnasio, pero el domingo ya me sentí mejor y se me pasó”
De 48 años y una relevante foja de 57-3-2, Martínez interpretó como tácito que acaso ya sea un boxeador retirado: “La edad influye, claro, eso complicó todo, pero también influye para tomarme esto como lo que es: un mal trago. Llevo 28 años en el boxeo y aunque no me las sé todas, nadie se las sabe todas, sé que en el boxeo internacional muchas cosas se manejan por amiguismos, simpatías y antipatías”.
MARAVILLA MARTÍNEZ, DEL RING A LA PANTALLA
Recién llegado de su fajina de entrenamiento, el quilmeño subrayó: “Volví al gimnasio y seguiré yendo. Necesito sentirme bien y verme bien. No me permito estar con 25 kilos de sobrepeso, salvo que, por ejemplo, sea la exigencia para trabajar en una película”.
Por último, “Maravilla” admitió: “Por ahora estoy afuera del boxeo, aunque nadie sabe. Todo lo que venga en ese sentido será un regalo del cielo. Entretanto, mi cabeza está en el casting que hice para una serie. Estoy esperando novedades”.
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