En épocas donde el mundo Colón todavía lamenta el descenso de categoría, hay alguien que aún en el rotundo fracaso deportivo es rescatado y destacado por los Sabaleros: Rubén Botta.
El «10» rojinegro no sólo jugó e hizo jugar a sus compañeros toda vez que pudo, sino que nunca se dio por vencido y asumió un compromiso digno de destacar hasta el último segundo del partido con Gimnasia,
Como era de suponer, un futbolista de la clase del creativo rojinegro, iba a sonar en varios equipos después de un gran torneo en lo personal.
Los rumores hablan que de Vélez, Gimnasia, un grande de Brasil habría algún interés por contar con sus servicios. Pero esos mismos rumores hacen ruido hoy cuando emerge la figura de un club de la talla de Boca Juniors.
El volante, hace un tiempo apeló a una autocrítica sincera para explicar su pasado por las inferiores xeneizes: “De Boca me echaron porque no hacía las cosas bien. Estaba como en un cumpleaños. Estaba en otra”.
En los pasillos de la Boca comentan que el mismísimo Juan Román Riquelme es quien vería con agrado sumarlo en el 2024, al punto tal que habría habido algún primer contacto vía telefónica para saber cuál es su situación.
Si bien Botta tiene contrato con Colón, su ficha es muy elevada para la Primera Nacional, al tiempo que se presume que el jugador, después de un muy buen semestre, buscará una salida que beneficie a las partes. Y más, si como dicen, está Boca y Román detrás de una llamada telfónica que ya habría existido.
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