El Gobierno de Serbia premió con 200.000 euros el tenista Novak Djokovic por ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos el pasado domingo en París, al derrotar en la final a Carlos Alcaraz, quien apenas recibió esta suma tuvo un noble gesto ya que donó la totalidad del reconocimiento a diversas organizaciones benéficas.
Con su esposa Jelena, lidera la Fundación Novak Djokovic, establecida en 2007, la cual se dedica a brindar apoyo a los más necesitados en su país. Se calcula que ha ayudado a cerca de 55,000 niños y ha logrado recaudar casi 100,000 dólares para la construcción de un jardín de infantes en un pequeño pueblo serbio.
A los veinticuatro Grand Slam, siete Finales ATP, todos los Masters 1000 en juego, más semanas como número uno y un título de la Copa Davis, el serbio de 37 años, en su última oportunidad escaló a lo más alto del podio de París 2024 y logró su segundo metal en unos Juegos, después del bronce de Pekín 2008, pero sin duda el más valioso.
«Se me resistía, conseguí el bronce en mis primeros Juegos y no pude ganarla en los tres siguientes. Estar aquí con 37 años frente a uno de los mejores rivales del mundo, que acaba de ganar Roland Garros, que tiene un tenis de enorme calidad convierte a este en el mayor éxito de mi carrera», dijo tras ganar la final.
Con noventa y nueve éxitos a sus espaldas el serbio afronta el último tramo del año con los deberes hechos y Nueva York en el horizonte para alimentar los registros de su palmarés. Allí lo espera nuevamente Carlos Alcaraz, la plata olímpica, el ganador de cuatro Grand Slam que bate marcas de precocidad y que tiene toda una carrera por delante.
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