La alegría volvió a ser brasilera. Porque Cruzeiro se metió en la final de la Copa Sudamericana, y aunque la llave fue sumamente pareja en términos generales, en ambas canchas, al final se inclinó para el lado de la Verdeamarela, lo que significa que, tras 15 años de espera desde la última vez que llegaron a una definición internacional en la Libertadores 2009 contra Estudiantes, la Bestia Negra vuelve a tener una oportunidad de brillar en el escenario continental.
Al comienzo, el partido se hizo un poco cuesta arriba, ya que, dada la importancia de la instancia, el trámite tardó en armarse en los primeros minutos, pero una vez que se acomodaron las cosas, el local tomó el protagonismo del juego, aunque la visita no se quedó atrás y mantuvo su ataque gracias a su buena velocidad en el frente de ataque, con Luciano Boggio teniendo un mano a mano que Cassio logró contener tras un gran pase de Ramiro Carrera, y después Marcelino Moreno casi la rompe al travesaño después de un toque previo del portero.
En el tramo final del primer tiempo, el conjunto brasileño apretó el acelerador y puso en jaque a Nahuel Losada, porque Kaio Jorge estrelló un disparo en el palo y, en los últimos minutos, una buena presión en salida culminó en un error defensivo que permitió al mencionado punta ex Juventus aprovechar un rebote y marcar el primer gol del encuentro, dejando el marcador 1 a 0.
Ya de cara al complemento, se vio el empuje de los dirigidos por el Ruso Zielinski y el aliento de la gente, aunque pareció que les faltaba un poco de punch para concretar, mientras que los cambios ofensivos que implementaron generaron algunos espacios en la defensa y eso permitió que la Bestia Negra se mostrara por demás peligrosa, con un disparo de media distancia de Walace y un mano a mano de Matheus Pereira que fueron las oportunidades más claras del equipo de Fernando Diniz.
A medida que pasaban los minutos, los embates de Lanús no lograron encontrar el camino al gol, y hasta el final del partido, Cruzeiro tuvo la chance de liquidar el encuentro en La Fortaleza, logrando aguantar el resultado y asegurando su lugar en la final que se jugará en Paraguay, donde mañana se va a conocer a su rival, que saldrá del enfrentamiento entre Racing y Corinthians, que igualaron 2 a 2 en el partido de ida.
Atlético Mineiro empató con River y se metió en la final de la Copa Libertadores
En cuanto al torneo más importante del continente como es la Copa Libertadores de América, esta vez no hubo épica para el River de Marcelo Gallardo. El Millonario pasó del recibimiento más importante de su historia a un sabor agridulce. Quedó afuera de la Copa Libertadores tras una paliza de 3 a 0 contra Atlético Mineiro el miércoles pasado en Belo Horizonte. Después de un recibimiento impresionante por parte de sus hinchas, el Millonario salió a buscar el control del partido desde el arranque. Durante toda la primera mitad, River mantuvo la posesión, pero se encontró con un Galo bien plantado en defensa, que acumulaba jugadores en su área, obligando a los locales a atacar por las bandas y centrar.
Las mejores chances del primer tiempo fueron para el equipo de Marcelo Gallardo, aunque no lograron ser lo suficientemente peligrosos para abrir el marcador. Algunos cabezazos desviados de Miguel Ángel Borja y Germán Pezzella, y un par de tiros de larga distancia de Matías Kranevitter fueron lo más destacado de los de Núñez en esos 45 minutos. Atlético Mineiro, por su parte, se replegó completamente, aunque tuvo una ocasión tras un error defensivo que dejó a Deyverson mano a mano, pero Franco Armani se quedó con el duelo.
Al comienzo del segundo tiempo, el equipo de Gabriel Milito estuvo cerca de romper el cero con un tiro de Gustavo Scarpa que dio en el travesaño, y en el rebote Deyverson tuvo otra, pero Armani llegó justo para despejarla y mantener el empate. River recuperó el control con el ingreso de sus pibes, sobre todo Claudio Echeverri. Justamente el Diablito tuvo un mano a mano y un remate desde afuera, y en ambas ocasiones, Éverson respondió de manera espectacular, incluso salvando un cabezazo complicado de Maximiliano Meza.
El tiempo pasaba y, a pesar del empuje y el buen ingreso de algunos como Gonzalo Martínez, el milagro se alejaba cada vez más. El reloj y el marcador se convirtieron en los principales enemigos. Éverson se volvió una muralla imbatible, mientras que los locales no lograron concretar en los últimos metros. Así, esta historia en el Más Monumental llegó a su fin con un empate en cero, lo que les aseguró a los brasileños un lugar en la final gracias al 3-0 de la ida. Ahora, los de Milito se enfrentarán el 30 de noviembre en este mismo estadio al ganador de Botafogo, quien venció 5 a 0 a Peñarol en la ida, y solo un milagro lo dejará afuera de la gran final.
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