Argentina debutó con el pie derecho en las Eliminatorias rumbo a Estados Unidos 2026. En un partido difícil que se resolvió con la genialidad de Lionel Andrés Messi, la Scaloneta sumó sus primeros tres puntos. Le ganó a Ecuador 1-0 con gol de Lionel Andrés Messi de tiro libre cuando al partido le quedaban 20 minutos para la culminación. El próximo partido será ante Bolivia en la altura de la Paz el martes a las 17 horas.
En la previa de este partido, Scaloni había declarado que «las Eliminatorias serán complejas». Y vaya si para Argentina fue complejo el partido de hoy ante Ecuador. Que Argentina haya terminado mejor que Ecuador al cabo de las primeros cuarenta y cinco minutos no significaba que haya jugado necesariamente bien. Resultó sorprendente la postura de Ecuador al presionar con cinco jugadores al equipo argentino. Rápidamente, Argentina comenzó a tomar la iniciativa a través del toque corto, tratando de aprovechar la presencia de De Paul para manejar el juego y soltar con la subida de Molina por el costado derecho, aunque no logró tener tanto criterio en la fase ofensiva.
A bordo del 5-3-2, la estrategia de Ecuador consistió en poblar la mitad de la cancha, y cuando retrocedió, organizó una línea defensiva de cinco jugadores bien marcados para ocupar los espacios y salir rápidamente en transiciones de defensa a ataque. Argentina lateralizó el juego de izquierda a derecha, asegurando la posesión de la pelota y el terreno, pero le faltó lucidez para penetrar la sólida defensa ecuatoriana. Se notaron muchas imprecisiones en la tenencia de la pelota y en las salidas desde la defensa.
Ecuador, en cambio, equilibró el partido a través de su fuerza e intensidad. Los volantes, que debían ser los encargados de generar juego, no cumplieron con esa función, lo que resultó en un juego pasivo por parte de Argentina desde la mitad de la cancha hacia adelante. A pesar de dominar en posesión de la pelota y en territorio, Argentina careció de profundidad.
Ecuador planteó un partido de alta intensidad contra Argentina. Los obligó a estar alerta, a reaccionar con rapidez y a no retener la pelota por mucho tiempo. Es un escenario complicado para jugar con libertad, ya que la organización defensiva ecuatoriana era sólida. En este contexto, Argentina se encontraba en una verdadera batalla, metida en la trinchera. Esto exhibió una de las caras de la Selección Argentina: la capacidad de luchar en los partidos. Aunque quizás no sea el partido más vistoso, se trató de un enfrentamiento donde la entrega física era fundamental.
Por otro lado, era impresionante el desempeño defensivo de Cuti Romero. Argentina buscó constantemente el pase desde el exterior hacia el interior, ya sea con Lautaro Martínez creando paredes o Alexis desmarcándose y rompiendo hacia el espacio. También intentó atacar el flanco débil de Ecuador y Messi, De Paul y Molina han tenido influencia en el lado opuesto del campo. De hecho, la jugada más clara del partido ocurrió a los 46 minutos de la primera mitad, con un centro de De Paul y un disparo de Lautaro Martínez que impactó en el poste derecho.
Este encuentro fue similar al partido contra Australia y México, donde en ambos casos, la magia de Lionel Messi desbloqueó la situación, aunque en esta ocasión estuvo un poco más apagado. El equipo argentino intentó constantemente desbordar por los costados, pero siempre le faltó ese toque final y un juego colectivo más efectivo, ya que se destacaron más las individualidades que el trabajo en conjunto.
El segundo tiempo empezó de manera similar a la primera mitad, con Argentina dominando la posesión de la pelota, pero sin generar demasiados sobresaltos en la defensa ecuatoriana. Ante la falta de respuesta en la zona de definición, Scaloni decidió que Julián Álvarez realice los movimientos precompetitivos antes de los diez minutos.
Argentina optó por atacar las espaldas de Estupiñán, utilizando el tándem de De Paul y Molina, aunque no logró lastimar de manera peligrosa. Resultó interesante ver a Lautaro Martínez involucrado en la creación del juego en lugar de estar como el referente de área. A pesar de que Argentina siempre rondaba el gol, carecía de precisión en la fase de definición. En un momento, Cuti Romero, quien fue una de las figuras del partido junto a RDP, se proyectó como si fuera un extremo derecho, Tagliafico también se unió al ataque y su disparo desde fuera del área rozó el travesaño.
Por momentos, el elenco argentino tuvo problemas en el retroceso. En el primer contraataque de Ecuador, Argentina quedó desprotegido en defensa, pero Romero realizó un gran cierre ante Enner Valencia después de una pérdida de Messi en la mitad de la cancha por no soltar la pelota antes.
Scaloni apeló a la lógica con el ingreso de Ángel Di María, el autor del segundo gol en la final del Mundial contra Francia, en lugar de Nico González. Mantuvo el 4-3-3 con Fideo en la banda izquierda, Lautaro de 9 y Messi moviéndose en todo el frente de ataque. En su afán de buscar el gol, Argentina se mostró un tanto desorganizada y necesitaba mantener la calma y la cohesión.
A los 30 minutos, Scaloni realizó dos cambios más, ingresando a Paredes para darle frescura al mediocampo y a Julián en lugar de Lautaro, manteniendo el 4-3-3. Con Di María en el campo, Argentina cambió su enfoque de izquierda a derecha, pero aún no había logrado desequilibrar a pesar de su contribución en la presión.
Finalmente, la única forma en que Argentina pudo desbloquear un partido extremadamente complicado, donde dominaron en posesión de la pelota y territorio, pero carecían de profundidad en la generación de oportunidades, fue a través de un tiro libre de Messi que selló la victoria por 1-0. Después de abrir el marcador, Ecuador buscó el empate, lo que dio a Argentina espacios para intentar liquidar el partido a la contra. A los 39 minutos, De Paul realizó una buena jugada individual, y el disparo cruzado de Di María pasó cerca del poste. En los minutos finales, Argentina justificó la victoria con el buen rendimiento de Julián Álvarez tras su ingreso.
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