El partido por el tercer puesto suele ser conocido como el partido que nadie quiere jugar, una suerte de final no deseada para equipos que se quedaron cerca del gran trofeo. Pero a veces, este enfrentamiento se convierte en una chance para que dos equipos muestren su capacidad y talento sin la presión abrumadora de la final.
Durante los 90 minutos, Canadá y Uruguay empataron 2 a 2. La Celeste empezó ganando a los 7 minutos con Rodrigo Bentancur. Desde el córner, Cáceres cabeceó para bajarla. Luego, el volante controló y se dio vuelta para clavarla de zurda arriba de Creapau. Canadá igualó a los 22 minutos. Shaffelburg mandó un córner pasado, Bombito le ganó a Josema y Koné le pegó de espaldas, como en un salto de grulla. Rochet respondió débilmente.
En el segundo tiempo, Uruguay desperdició muchas oportunidades de gol y Canadá no lo perdonó. Koné sacó un bombazo, Rochet cometió un error de novato, rechazó al medio y David resolvió con el arco vacío. Los norteamericanos ganaban 2 a 1. Cuando parecía que Canadá se llevaría el tercer puesto, Uruguay forzó la definición por penales. Luis Suárez no pudo vencer a St. Clair en un mano a mano anterior, pero esta vez le rompió el arco.
En la tanda de los penales, Uruguay fue más efectivo y se quedó con el tercer puesto tras imponerse 4-2. Premio consuelo para una Celeste que lo terminó salvando Suárez y evitar un golpe durísimo.
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