El argentino Horacio Zeballos estaba con todas las pilas para llegar a la final de Roland Garros en el dobles junto al español Marcel Granollers, su compañero clave. Los dos estaban encarando su tercera semifinal seguida en París, con la vista puesta en alcanzar su cuarta final de Grand Slam. Los número uno del ranking estaban a un pasito del partido por el título, algo que se les negó en las dos últimas ediciones, y para lograrlo tenían que vencer a Marcelo Arévalo y Mate Pavic. El salvadoreño y el croata estaban enfrentando su sexta semifinal en su primer año juntos, con títulos en Hong Kong y Ginebra.
Granollers y Zeballos rompieron rápidamente el saque en el tercer game, con Granollers pegando desde el fondo y forzando errores en Pavic. La mejor versión de ellos se mostraba cuando Granollers se quedaba atrás y Horacio cerraba los puntos en la red. Mantuvieron una buena solidez en su servicio, trabajando poco y resolviendo con facilidad. Había una clara diferencia en el juego desde el fondo de la cancha; Pavic y Arévalo no lograban la misma profundidad en sus tiros, les faltaba precisión para abrir la cancha. Zeballos sacó a relucir su mejor tenis, se hizo fuerte en la devolución y se llevaron el primer set por 6-3.
En el segundo set, las cosas se pusieron más complicadas para el argentino y el español, con sus rivales mostrándose más decididos en su juego. Pavic y Arévalo empezaron a encontrar espacios, cerrando los puntos en la red con clase. Los número uno del circuito cedieron terreno, siendo atacados especialmente por el lado izquierdo y perdiendo su servicio en el quinto juego. Pavic se mostró sólido en la red, mejorando sus reflejos, mientras Arévalo complementaba desde el fondo con tiros profundos. Zeballos y Granollers perdieron un poco la concentración, bajaron la intensidad de su juego y forzaron demasiado los tiros. El salvadoreño y el croata se hicieron fuertes con su saque para llevarse el segundo set por 6-4.
La pareja española-argentina seguía bajo presión después de perder el segundo set, cometiendo errores inusuales. Pavic y Arévalo mantuvieron la efectividad de su estrategia, afianzándose en la cancha y logrando un nuevo quiebre para tomar la delantera. Pero en el momento más difícil, Granollers y Zeballos se pusieron serios, resolvieron los puntos con determinación y lograron igualar el marcador. La batalla continuó, la tensión aumentaba, y el marcador quedó estancado en cinco. Arévalo logró encontrar amplitud con sus golpes, poniendo a trabajar a Zeballos y logrando el quiebre en el undécimo juego. Con el servicio en su poder, la dupla Pavic-Arévalo se llevó la victoria con un ajustado 7-5 final.
Gusti Fernández va por el título
Gusti Fernández es un verdadero guerrero, un luchador incansable. Por eso, este argentino de 30 años y cinco veces campeón de Grand Slam en singles, volvió a estar en la pelea en el partido decisivo del tenis adaptado después de dar el golpe y vencer a Alfie Hewett, el N° 1 del mundo y primer preclasificado del torneo, que ya había levantado la copa tres veces en la capital francesa. El cordobés, que ocupa el puesto N° 3 en el ranking, festejó su victoria por 7-5, 6-7 (1) y 6-2 en dos horas y 39 minutos en el court 13 del complejo en Bois de Boulogne, logrando llegar al último partido luego de dos temporadas. Este sábado, el Lobito se verá las caras con el japonés Tokito Oda, de 18 años y N° 2 del ranking, quien en semifinales derrotó a su compatriota Takuya Miki por un contundente doble 6-1. El historial entre ellos está 5-2 a favor del asiático, quien, a pesar de su juventud, ya tiene tres Grand Slams en su haber (Roland Garros y Wimbledon 2023, además del de Australia de este año).
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