El presente equipo es el que más se asemeja a aquel de 2014. Sin embargo, la elegancia de este último fue por un breve período ¿Podrá el actual propagarse más en el tiempo? Hoy tendrá otro paso ante Godoy Cruz, por Copa Argentina.
Uno de los grandes logros de Marcelo Gallardo en River, y que solo queda registrado en la memoria de cada espectador de sus equipos, ha sido la capacidad de generar equipos competitivos aún sufriendo pérdidas que parecían ireemplazables. Sin embargo, dentro de esta competitividad que el DT les ha inculcado a sus dirigidos, hubo conjuntos que brillaron más que otros. Por su elegancia, por su estilo, por conjugar a la perfección automatismos y espontaneidad, por reducir a rivales a la mínima expresión. El actual cuenta con todas estas aristas. Aunque el desafío para el Muñeco será mantenerlo en el tiempo.
En cuanto a estética, el River del momento cuenta con similitudes a aquel del segundo semestre del 2014, es decir, de los inicios de Gallardo. Tal equipo inició el campeonato local y la Copa Sudamericana -que finalmente terminaría levantando- brillando. Sin embargo, su elegancia comenzó a opacarse desde la lesión de Matías Kranevitter, el mediocampista central cuya principal virtud era la ubicación y la precisión en la entrega. Su reemplazante fue Leo Ponzio, alguien que en principio no estaba bien considerado por Gallardo pero, a base de rendimientos, le terminó torciendo el pulso al entrenador. Desde el ingreso del santafesino, el Millonario se convirtió en un equipo más luchador. Claro, características que describen al León, que luego terminó transformándose en el jugador que hoy es producto de las enseñanzas del Muñeco.
Incluso conquistando grandes logros, entre ellos dos Copas Libertadores, ninguno de los River de 2015, 2016, 2017 y 2018 pudo asimilarse al de 2014 en cuanto a elegancia. En ese lapso logran destacarse algunos encuentros con actuaciones dignas de ser transmitidas en escuelas de fútbol tales como aquella clasificación en Belo Horizonte ante Cruzeiro, una goleada abismal ante Jorge Wilstermann y funciones memorables ante Racing tanto en el campeonato local como en la Copa Libertadores. Luego, los equipos continuaron jugando bien. Muy bien. Y, sobre todo, engordando la vitrina de títulos. Pero no de manera elegante como lo hizo el de Kranevitter y como lo está haciendo el actual.
Por eso, el desafío del Muñeco será que el River de Enzo Pérez se imponga en el tiempo. Viene desempeñando actuaciones brillantes en este semestre, como fueron las demostradas ante Lanús, Racing y Huracán en la actual Superliga, y la ida ante Cerro Porteño en la Copa Libertadores. El escollo de hoy, buscando repetir, será Godoy Cruz.
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