El Millonario caía por 2 a 0 ante Inter y logró llegar al empate elevando notablemente su rendimiento en el complemento. Tercera igualdad en la Copa Libertadores para los de Gallardo.
River volvía a Porto Alegre luego de la épica victoria ante Gremio en semifinales de la Libertadores pasada. A pesar de que no tuvo el componente heroico de aquel compromiso, el Millonario salió a jugar la disputa de igual manera. Con ese temple y temperamento que lo caracteriza desde que Marcelo Gallardo llegó al club. Sabiendo que para derrotarlo, deberán pasarlo por arriba. Y a pesar de que hoy comenzó dos goles en desventaja, esto nunca sucedió.
Pasado el cuarto de hora, el local se puso en ventaja parte por el empuje que ejercía con un Dalessandro convertido en líder en ese período y parte por fortuna, gracias a Nicolás López que ingresó al área y se llevó puesto el balón dejando sin respuestas a Lux, que se lanzó pero no llegó.
River no estaba siendo superado, pero la buena dinámica de López, Dalessandro y, sobre todo, Edenilson, quien marcó el segundo gol aprovechando una salida a destiempo de Martínez Quarta y definiendo con el pie abierto ante una floja reacción de Lux, estupefacto ante el disparo.
Con el 0-2, River no perdió la calma. El juez no le sancionó un penal a Zuculini y aún así, siguió manteniendo la paciencia. A cuatro minutos del cierre, llegó el shock de confianza que necesitaba: el árbitro sancionó un penal luego de un tiro libre de Ferreira que se estrelló en la mano de Edenilson. Pratto cambió ejecución por gol y el Millonario se fue entonado al descanso.
En el entretiempo, Marcelo Gallardo tocó las piezas adecuadas y tuvo éxito: Mayada y Nicolás De La Cruz ingresaron por Martínez Quarta y Ferreira. El uruguayo tuvo su mejor encuentro desde que llegó a River. Lo necesitaba: venía de ser expulsado ante Talleres y muy cuestionado. No solamente fue la bandera de la levantada del equipo, si no que también empató el encuentro con un formidable tiro libre cuando el reloj superaba la hora de juego.
En la media hora de juego, el ritmo bajó, apareció el cansancio y el mediocampo pasó a ser una zona de transición. Los encargados de generar juego también sufrieron el dinamismo de la etapa inicial. El único claro fue el uruguayo, que encontró a Fernández como socio, aunque la imprecisión se apoderó del Millonario en los últimos metros. Inter decidió ceder la iniciativa y no tuvo contragolpes.
Con este resultado, Inter continúa en lo más alto del grupo con siete unidades. Palestino tiene cuatro, River tres y Alianza uno.
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