Malas decisiones, una danza interminable de técnicos y resultados que hunden al equipo en el descenso, un pequeño resumen de un momento angustiante.
Colón cayó anoche ante Talleres, sumó su noveno partido sin victorias y se quedó nuevamente sin técnico, ya que renunció Diego Osella. «No quiero que la gente me odie, porque quiero mucho a esta institución» fueron una de las últimas frases del hoy ex técnico Sabalero.
El segundo ciclo del oriundo de Acebal fue un verdadero fracaso, un saldo de 2 empates y 5 derrotas con tan solo 1 gol a favor es solo un condimento mas de un momento futbolístico que se cae a pedazos desde hace tiempo.
¿Que le pasa a Colón? se preguntan los de afuera, mientras que los de adentro lo sufren. Quizás uno puede iniciar la explicación diciendo que, tras la partida de Eduardo Dominguez allá por noviembre de 2018, pasaron 6 técnicos (Fuertes, Comesaña, Goux, Lavallén, Bonaveri y Osella), en un lapso de 1 año y medio, el mismo tiempo que duró el ciclo de Domínguez.
Otra cuestión podría ser algunas malas decisiones a la hora de incorporar, ya que hubo jugadores que a la hora de entrar a la cancha no rindieron como se preveía. Aunque la realidad también indica que, si no tenes un rumbo futbolístico, es muy difícil que un jugador rinda al 100%.
Colón finalizó anteultimo por diferencia de gol, sumando tan solo 18 puntos, misma cantidad que Godoy Cruz, que consiguió dos victorias en los últimos dos encuentros. Casualmente (o no) Colón también finalizó en la misma posición en el torneo anterior (Superliga 2018-2019), donde consiguió 23 puntos, 1 mas que Argentinos Juniors, que había sumado 22.
Estas campañas lograron que Colón hoy esté en zona de descenso, aunque con muchas chances de pelearla, ya que sus máximos competidores también se han caído en las últimas fechas. Pero el problema es que, el peor enemigo de Colón, es Colón.
Ni que hayan perdido todos los de abajo fue «motivacional» para el equipo que anoche se vistió de gris, que de haber sumado un solo punto, lo hubiera sacado de la zona de descenso directo.
¿Cuál es la solución para este momento? ¿Volver a confiar en Eduardo Domínguez? serán horas de reuniones y decisiones que definirán el futuro de un Colón que se sigue hundiendo, en un lugar donde no se puede improvisar, porque las improvisaciones cuestan, y muy caras.
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