El grupo que comandan Roberto Battion y Esteban Amut podría dar un paso al costado debido a desacuerdos que mantuvieron en el último tiempo con el presidente, Luis Spahn, como también con el entrenador Gustavo Munúa.
A menos de una semana del comienzo de la temporada oficial, el fútbol de Unión no se encuentra atravesando el mejor de los momentos. La venta de Juan Carlos Portillo a Talleres parece haber evidenciado una situación que viene siendo recurrente en el último tiempo: la falta de concordancia entre la Secretaría Técnica de Roberto Battion y Esteban Amut con el presidente, Luis Spahn, como también con Munúa.
Tanto Battion como Amut entendían que, con la venta de Juan Ignacio Nardoni, el club se había hecho de recursos suficientes como para no tener que efectuar otra transferencia, como terminó ocurriendo con Juan Carlos Portillo.
Si bien tanto Battion como Amut fomentaron la continuidad de Munúa, principalmente basados en la posibilidad de establecer un proyecto deportivo con jóvenes de la institución a los que el uruguayo supo sacarles jugo, el vínculo entre las partes no está siendo el mejor en este momento, lo que genera más dudas aún respecto a la continuidad de la Secretaría Técnica.
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