«Lo viejo funciona, Juan»

La irrupción de la frase “Lo viejo funciona, Juan” sorprendió tanto por su simpleza como por su potencia simbólica. Proviene de la icónica historieta argentina El Eternauta, escrita por Héctor Germán Oesterheld y muy popular en estos tiempos tras la reciente adaptación audiovisual de Netflix.

Dentro del cómic original, la frase surgía en medio del caos: Buenos Aires quedaba paralizada por una nevada mortal y todo rastro de tecnología moderna dejaba de funcionar. En ese contexto, los personajes debían arreglárselas con lo que quedaba, y descubrían que sólo los autos antiguos seguían en marcha, al no depender de mecanismos complejos. Lo viejo, en definitiva, ofrecía una salida cuando lo nuevo colapsaba.

La frase adquirió resonancia inmediata en redes sociales, donde se multiplicaron los usos de una línea que condensa nostalgia, resistencia y un guiño al pasado funcional.

“Lo viejo funciona, Juan”, se metió por la piel y por los poros en los hinchas de Colón y Unión, luego de sus respectivos triunfos en las últimas horas. Funcionó la vuelta del Luis Miguel Rodríguez en el Sabalero y el reestreno de Madelón como DT Tatengue.

El recurso del vehículo viejo convertido en símbolo de salvación en la Serie, remite a la funcionalidad confiable de otros tiempos. Como la de PR10 con la sangre y luto, y el mismo Leonardo Carol con el buzo rojo y blanco.

“Lo viejo funciona, Juan», pasó a expresar no sólo una nostalgia por lo anterior, sino una crítica implícita al presente. Una buena pegada en una pelota detenida, un tradicional sistema 4-4-2, te pueden llevar al éxito por encima de tanta sofisticación en cuestiones tan simples como el mismo fútbol que nos parió.

Quedó demostrado que el Pulga y Madelón (cuestionados por varios, incluso por algunos que toman decisiones) sobreviven al paso del tiempo.

“Lo viejo funciona, Juan”, es la frase que con solo cuatro vocablos logra transmitir también, crítica, ironía y posicionamiento. No se trata solo de recordar que Pulga (40) o Leo  (62) aún siguen vigentes. Es una manera de cuestionar un sistema o el mismo presente que soló admite lo nuevo o joven como lo mejor.

El Eternauta tiene algo especial. Su historia, escrita en los años 50, hablaba de invasiones silenciosas, resistencia colectiva y decisiones bajo presión. Hoy, ese relato resuena con una intensidad renovada… también en la pasión más popular de los santafesinos, que por estas horas se rinden a los pies del capitán campeón o a la táctica del Glorioso 89.

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Por Gustavo «Turco» Mazzi

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