El fútbol argentino no puede disimular sus carencias pese a los millones que lo rodean. Es por eso, que los errores se vuelven motivo de gran preocupación y se exhiben como grandes fracasos; en un ámbito donde el éxito y el fracaso están siempre sobredimensionados.
El súper profesionalismo que se pretende alcanzar a la hora de contratar entrenadores y futbolistas queda muchas veces reducido a la mínima expresión cuando uno advierte, la improvisación por un lado, y la incapacidad por otro para conducir los destinos de “un todo”: La AFA esta misma AFA que en tiempos de pandemia alcanzó límites insospechados.
Está claro que a muchos de estos Señores se les hace difícil conducir aún en la victoria y comenten algunos salvajismos que atentan con la armonía de una entidad en la gloria… imagínense lo traumático que les debe resultar hacerlo con un virus más letal que esa incapacidad y en varios casos inmoralidad con la que transitan y se dejan ver y escuchar.
Pasa que uno advierte tanta desidia a cada paso que cree que “aquella” será la última gota en rebalsar el vaso, pero el grifo sigue abierto. Uno escucha hoy día hablar a los dirigentes de dinero, de deudas, de refuerzos, y ahora de “vuelta a los entrenamientos” con tanta desinformación… que asustan más que el covid-19.
En este “necesario receso” pasó todo y más. Se votó anticipadamente para elegir al que ya estaba, se creó la LPF para reemplazar a la “salvadora Superliga”, se suspendieron los torneos, se proyectan nuevos sin saber cómo serán, se eliminan los descensos al tiempo que se aplauden los ascensos en la cancha y San Martín de Tucumán llega al TAS. Además, como si esto fuera poco, rebotan cheques por millones y millones; se crean cargos nuevos, se premia al más deudor (entre ellos MT), se intentan reducir contratos ya firmados… pero al mismo tiempo se buscan refuerzos de jerarquía; se pierde patrimonio… y entre tanto, se decide volver a entrenar en cuestión de horas sin que muchos de ellos sepan qué hacer y cómo hacerlo.
Pero lo más curioso entre tanto, es que muchos de los “trotamundos futbolistas”, incluidos algunos entrenadores, están en con sus afectos lejos de su trabajo, por lo que retornar a sus clubes, en muchos casos significará tener que realizar un aislamiento obligatorio por 14 días (si son tratados como cualquier hijo de vecino). Notificados ayer del retorno a los trabajos el lunes 10, habrá quienes después de 135 días sin fútbol no puedan estar a la hora señalada… y lo que es peor, consuman valiosos días previo a la competencia, confinados por haber llegado tarde a su lugar de entrenamiento. Más que improvisado, esto suena a burdo e inconcebible. Pero así somos!!!
Es decir: en la AFA no se puede descuidar más el negocio, y no está nada mal, atendiendo la importancia que la industria del fútbol tiene, habiendo estado parada por más de 4 meses. Lo que sí quedó una vez más expuesto, es que esta gran usina generadora de dinero, le sigue quedando muy grande a famosos, a millonarios y a los amigos del poder, que luego de un cuatrimestre, tienen tantas cuestiones urgentes por cuidar sin saber bien cómo hacerlo. Con una salvedad, hoy no se trata de puntos, de compras, de ventas, ni de circunstanciales resultados… se trata de algo más importante: la vida de las personas.
Sean más serios y ocúpense con la más absoluta responsabilidad y sin descuidos de la salud… para que después se puedan volver a frotar las manos tranquilos hablando de millones, incluso de esos millones que también deben!!!
.
Por Gustavo Mazzi
Comentarios de post