El arquero del Fortín contuvo un penal en tiempo de descuento que le permitió al Fortín derrotar al Millonario por 2 a 1 en un encuentro plagado de errores arbitrales.
La jornada de domingo de Superliga se cerraba con uno de los encuentros que, al menos en la previa, más prometían. Por sus intenciones de ser protagonistas y por la jerarquía en el campo de juego, River y Vélez vislumbraban un desarrollo intenso y entretenido. Las expectativas se cumplieron en cuanto al primer factor, el entretenimiento se encargó de provocarlo el árbitro Andrés Merlos, de decisiones erróneas durante todo el juego. Incidió considerablemente en el resultado y, si su relevancia no fue aún mayor, fue porque sobre el cierre del encuentro el arquero fortinero le señaló el camino del triunfo a su equipo.
Los primeros minutos de juego fueron, primordialmente, analíticos. Ambos equipos se estudiaron buscando quedarse con el territorio en disputa, ese que generalmente decide el desarrollo de los encuentros: el mediocampo. Considerando que ninguno de los dos quería perderlo, estuvo poblado todo el tiempo, por lo que se trató de un inicio donde cada jugador debía tener decisión previa a recibir el balón producto de la intensa presión que cada cuadro imponía.
River logró imponer condiciones a partir de los 25 minutos, aunque los encargados de crear juego estuvieron imprecisos y los laterales, grandes protagonistas del ataque Millonario, bien interceptados por los extremos velezanos. Así, apenas logró crear peligro con un pelotazo largo para Suárez que anticipó a Hoyos y, cuando el delantero se iba con el balón, el arquero lo derribó. Para Merlos la jugada no fue pasible de sancionar la pena máxima.
Tras el asedio de River, que solo duró un puñado de minutos, quedó dilucidada la estrategia de Vélez para atacar: neutralizar la salida del Millonario y lastimar de manera vertical. Así logró abrir el marcador. Tras un pelotazo poco convincente de Armani que Bouzat y Robertone interceptaron en el mediocampo, Domínguez aprovechó la pasividad de la defensa local para ejecutar un gran disparo cruzado y poner el 1 a 0.
El gol dejó groggy a River, que nuevamente volvió a fallar en la salida, Vélez eludió perfectamente la presión pero Romero remató desviado. A la vuelta, fue el conjunto de Gallardo quien logró salir ileso de la intensidad que el Fortín proponía en el mediocampo cuando recuperó el balón, y encontró un amplio espacio donde Fernández trasladó el balón varios metros y estrelló su disparo en el travesaño.
Desde el inicio del complemento, la zona en disputa del campo de juego fue para River: ganó el mediocampo incluso haciendo menos méritos que en la etapa inicial. Gran factor de ello fue la sorpresiva postura que decidió adoptar Vélez, replegándose en su propio terreno y cediendo la iniciativa. Además de esto, el conjunto de Gallardo ganó en vertiginosidad y precisión siendo comandado principalmente por Ignacio Fernández, que adquirió el rol de estratega que no había tenido en el primer tiempo.
Un cabezazo a quemarropas de Borré que Hoyos rechazó a la perfección y un zurdazo de media distancia de Suárez que se fue cerca del poste derecho del arquero del Fortín terminarían siendo el preludio de la igualdad Millonaria en el marcador. Esta llegó a la hora de juego, cuando Martínez Quarta inició una patriada desde el fondo, combinó con Suárez y llegó hasta el fondo para servirle el gol a Fernández, que solo la tuvo que empujar debajo del arco.
Tras la igualdad, Vélez continuó sin reaccionar y River se envalentonó. Pudo cristalizar este estado de ánimo pero el palo y Hoyos lo evitaron, en ambas oportunidades ante Martínez Quarta. Luego del envión Millonario sostenido principalmente por su arquero, el Fortín apeló a la fórmula con la que roto tablas en el período inicial. Es que Domínguez presionó correctamente a Nacho Fernández en la salida, le quitó el balón y habilitó a Janson que no dudó en asistir a un Almada que, cuando se quitaba a Armani, el arquero lo bajó y Merlos esta vez sí cobró el penal que el propio Almada convertiría.
El dramatismo del encuentro no finalizó con el segundo tanto velezano. Es que River empujó sobre el final y en un remate de Scocco, el balón impactó en la axila de Domínguez, pero Merlos observó que fue el brazo quien interceptó el disparo. Así, sancionó la pena máxima y expulsó al mediocampista. Sin embargo, Hoyos adivinó el remate de Nacho Fernández y se convirtió en el principal responsable de que su equipo se lleve los tres puntos del Monumental.
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