2 años, 7 meses, 2 días. Es el tiempo que ha tenido que esperar Lewis Hamilton para celebrar una nueva victoria, la 104ª de su carrera, y nada menos que en el circuito de Silverstone. Ahí fue el más rápido en el Gran Premio de Gran Bretaña, una carrera en la que se muestra pletórico ante su afición. Obtuvo otro resultado notable que le dio su novena victoria en este circuito y le convierte en el sexto ganador de la temporada.
En la carrera, que tuvo de todo: nubes, lluvia y sol al final, Hamilton consiguió mantenerse en cabeza tras luchar por el liderato con su compañero de equipo George Russell (que se retiró en la vuelta 33 por problemas con el coche), y los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri. A través de un pequeño error, Hamilton fue capaz de mantenerse en las trazadas correctas cuando la pista se mojó.
Para Hamilton y el equipo Mercedes fue clave su parada estratégica a quince vueltas del final, cambiando a neumáticos blandos, lo que le permitió ponerse en cabeza cuando Norris hizo lo mismo pero volvió a pista tras él. A raíz de ahí, Hamilton se aseguró el liderato hasta la bandera a cuadros, administrando la diferencia sobre Verstappen que, tras adelantar a Norris, intentó reducir la diferencia de dos a tres segundos pero no pudo alcanzarle.
En cuarto lugar llegó Piastri, con una buena ventaja sobre el Ferrari de Carlos Sainz, que hizo una parada tardía para montar neumáticos frescos con la intención de marcar la vuelta rápida y sumar el punto extra que otorga. Completando las 52 vueltas se situaron el Haas de Nico Hülkenberg y los Aston Martin de Lance Stroll y Fernando Alonso, seguidos por el Williams de Alex Albon y el Red Bull de Yuki Tsunoda.
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