Los Pumas casi no tuvieron tiempo de digerir la derrota ante Australia por 20-19 el sábado pasado en La Plata antes de recibir una noticia que altera sus planes a largo plazo. Nueva Zelanda y Sudáfrica, dos de las mayores potencias del rugby mundial, últimos finalistas de la Copa del Mundo, y claramente los seleccionados más fuertes del Rugby Championship, están muy cerca de cerrar un acuerdo que busca que compitan más entre sí y menos ante otros países.
Consiste en giras cada cuatro años, al estilo British & Irish Lions, con tres test-matches entre ambos y en detrimento del Rugby Championship. Cuán avanzado está el proyecto y la encrucijada que enfrentan Los Pumas.
Hace años que la Unión Argentina de Rugby (UAR) viene trabajando para que el rugby de nuestro país tenga cada vez más roce con las mejores potencias del deporte y a partir de allí surgió Jaguares, la franquicia nacional que compitió en el Super Rugby entre 2016 y 2019. Pero en 2020 ese deseo se vio obstaculizado porque, con la excusa de la pandemia de Covid-19, Nueva Zelanda decidió armar su propio torneo y desapegarse del que protagonizaba Jaguares (luego se unió con Fiji y Australia y armó el Super Rugby Pacific). Habiéndose roto el vínculo entre las federaciones de la Sanzaar (Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia y la Argentina), Sudáfrica se adaptó y mudó sus franquicias al United Rugby Championship, en el hemisferio norte. Los más perjudicados fueron los jugadores argentinos, que se quedaron sin competencia y debieron seguir sus carreras en clubes, en su mayoría, de Europa.
Ahora, otra idea se gesta (y está cerca de consolidarse) entre las potencias del sur que tendrá un impacto directo en el calendario de Los Pumas. Las federaciones de Nueva Zelanda y Sudáfrica pretenden sellar lo siguiente: que cada cuatro años uno de los dos realice una gira en territorio del otro (en 2026, los All Blacks viajarían al continente africano y en 2030 ocurriría lo contrario) y juegue 10 partidos. Serían tres test-matches entre sí, seis partidos ante conjuntos provinciales (Nueva Zelanda chocaría con Bulls, Sharks, Stormers, Lions, etc) y uno ante el segundo seleccionado nacional (Sudáfrica XV). Además, podría darse otro encuentro en Estados Unidos o Londres, por fuera del marco de la gira. Algo similar a lo que sucede también cada cuatro años con el combinado europeo de los British & Irish Lions, que viajará al sur en 2025.
¿Cuán avanzado está el proyecto? Medios sudafricanos aseguran que bastante, que solo faltan definirse contratos, y que la iniciativa se promocionará como “La rivalidad más grande del mundo” (“Rugby’s greatest rivalry”). “El contexto y los detalles ya están totalmente acordados en principio y se están redactando los contratos finales”, escribió Daily Maverick. Y Rian Oberholzer, director ejecutivo de la Unión de Rugby Sudafricana (SARU), fue más allá: “Hemos firmado un memorándum de entendimiento y ahora estamos en las fases de planificación. Tenemos un cronograma preliminar que aún debe ser acordado. Nos reunimos con los agentes comerciales para establecer la propiedad comercial y la matriz de patrocinio, y saldremos al mercado a su debido tiempo”.
Las consecuencias que sufrirán Los Pumas
Las giras cuatrienales afectarán de lleno el Rugby Championship, el torneo que Los Pumas conforman desde 2012 y que les ha dado más roce con los mejores seleccionados del mundo. Porque la idea de Nueva Zelanda y Sudáfrica es que, en esos años, el certamen tenga tres partidos en lugar de seis: es decir, solo una ronda, y no partidos de ida y vuelta. Oberholzer quiso brindarle a Argentina un consuelo: “El Rugby Championship seguirá, pero probablemente en una sola rueda, que es aquello por lo que estamos peleando. Si no se llegara a realizar, le dijimos a Argentina y Australia que jugaremos un test match contra cada uno de ellos. Es una discusión que necesitamos concretar en la segunda semana de septiembre”.
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