En una entrevista con un medio inglés, Saúl Ñiguez explicó que el argentino fue fundamental para que su operación, tras un golpe en su riñón, vierta su curso radicalmente.
El hoy volante de la Selección Española había sufrido una lesión en un riñón en el año 2015, cuando Atlético Madrid visitó a Bayer Leverkusen por la UEFA Champions League. Por ello, se retiró antes del juego y debió ser operado en Alemania.
Saúl, expresa que la pasó mal: “Cuando me senté en la camilla temblaba y ni me podía mover ni me podían pinchar. No sentía los brazos ni las piernas. Pero lo peor fue cuando vi a mi padre preocupado al verme temblar”.
Incluso, pensó en dejar todo. “Me dijeron que mi riñón estaba destruido. Fue lo peor. Estaba acostado en la camilla y vi a mi padre llorar. Le dije ‘no pasa nada, soy un toro, podré con esto’. Hubo tiempo difíciles. El catéter le da funcionalidad pero estaba dolorido, lo sentiría corriendo, y orinaba sangre. El problema fue cuando lo sacamos, mi riñón no funcionó correctamente. Me dieron opciones: jugar durante un mes, parar por un mes.. No quise. Volví a colocar el catéter, quería jugar”
Llegado un momento de la situación, se había decidido a quitárselo. “Doctor, quítelo. Tengo otro. Estaba cansado de todo. Estaría un mes fuera pero luego volvería perfectamente. El médico me recomendó probar otras cosas. Yo no quería”.
Pero allí, apareció la voz mágica de Germán Adrián Ramón Burgos. “El doctor dice que estás pensando en sacar tu riñón. ¡Tienes 22 años! ¿De qué estás hablando? Usa tu cabeza. Saúl, piensa en tu vida. El futuro. ¿Qué pasa si tienes un problema con el otro? No hay manera de salir. Entonces volvimos a colocar el catéter”, cerró el español.
Fuente: Mundo Deportivo.
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