Central empató con Independiente Rivadavia y su sueño copero se aleja

Central empató con Independiente Rivadavia y su sueño copero se aleja. El partido terminó 1-1 ante la Lepra mendocina, en el arranque de la Fecha 21 de la Liga Profesional. El momento que vive Central pedía cualquier cosa menos lo que pasó al principio, con un gol en el arranque, a los 2 minutos. Sí, como tantas veces, el Canalla empezó a perderlo casi desde el vestuario. Un córner de Villa y un cabezazo de Ramis en el primer palo que Broun no pudo sacar.

Malcorra empezó a mover la bocha y a tratar de jugar, mientras que Sández aguantaba como podía. El doble 5 peleaba como le daba el cuerpo, y el equipo intentaba, pero la claridad en la ofensiva brillaba por su ausencia. En un tiro libre peligroso de Villa, nadie llegó a tocarla y eso le facilitó las cosas a Broun. Igual, lo mejor de Central, en medio de sus limitaciones, fue bancarse el temporal. Y lo hizo con un cabezazo bárbaro de Quintana, tras un centro de Malcorra. Eso alcanzó para emparejar al menos las cosas futbolísticamente. Ese fue el mejor tramo del partido para el Canalla.

Ruben intentó una media tijera que se fue por encima del travesaño, y ahí se acabó la ofensiva canalla, frente a un Independiente Rivadavia que ganaba todas las divididas, encontraba espacios por todos lados, tocaba corto en el medio y metía pelotazos profundos. Así vino el bombazo de Sequeira que pegó en el palo derecho de Broun, que ni la vio. Antes, Fatura había sacado una atajada tremenda cuando el tiro libre de Villa se iba al ángulo.

Y en esa superioridad, Villa se empezó a destacar, se recostó sobre el costado de Sández, aunque todas esas buenas intenciones terminaron en una mala definición. ¿Central? Le costaba, con un par de rendimientos flojos, como el de Beltrán, que ya estaba amonestado. Fue buena la reacción del Canalla, pero más allá de eso, poco para rescatar de un primer tiempo en el que el empate era una negociación.

El segundo tiempo fue mucho más entretenido, casi una pelea de barrio. En ese ida y vuelta, Central se animó a salir, aunque con sus defectos. Al menos intentó ser competitivo. Ruben avisó con un cabezazo al minuto, Malcorra con un remate (débil) frente al arco, Sández con un zurdazo que se fue alto y el pibe Segovia con otro disparo flojo. Pero ahí empezaron los problemas. Se fueron Mallo y Quintana (lesionados), y también Solari y Duarte (ya no estaba Beltrán). Medio equipo nuevo tuvo que bancarse varios embates del local. Broun se hizo gigante frente a un remate de Studer, Barbieri le ganó a Villa cuando el colombiano venía con todo y Imanol Segovia, de cabeza, la tiró a la estratósfera. Parecía que el Canalla no lo iba a aguantar. Pero no solo lo bancó, sino que metió un par de llegadas que casi le dan el triunfo. La más clara, la tuvo Marco Ruben. También hubo una contra en superioridad numérica y un remate de Malcorra que voló alto.

A esta altura, ya casi nadie pensaba en un triunfo que los mantuviera en la pelea por la Sudamericana, pero sí en recuperar algo de confianza en un presente que los tiene a mal traer (ganaron 1 de los últimos 9). Estuvieron cerca, pero lo que le quedó a este equipo fue la sensación de haber recuperado al menos un poquito de competitividad. Parece poco, pero capaz sea mucho.

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