Así como a Boca le cuesta ganar de visitante, Talleres se enamoró del empate. Es el segundo empate consecutivo, y ya son tres los partidos que no puede ganar en esta reanudación por la Copa América. Empató 1-1 ante un Banfield que mostró una buena cara, pero no supo aprovechar el hombre de más, y Talleres tuvo rebeldía para reponerse y llevarse algo en desventaja numérica. Los goles fueron anotados por Jesús Soraire para el dueño de casa y Benavídez para la T.
Los primeros minutos mostraron acercamientos de ambos lados, con tiros de Ignacio Rodríguez en el local y de Marcos Portillo en la visita, pero el Taladro rompió la paridad luego de una buena presión que culminó con el centro de Mauricio Roldán y el anticipo de Jesús Soraire. Minutos después fue expulsado Matías Galarza en la T por una dura infracción, y parecía que el dueño de casa lo aprovechaba, pero apareció Gastón Benavídez para capturar un rebote y estampar el empate antes del entretiempo.
Ya en la etapa complementaria se vio una mejoría del equipo cordobés, que se tradujo en muchas insinuaciones sin profundizar demasiado. En la siguiente jornada, Banfield visitará a Platense, y antes, el miércoles, disputará el duelo postergado con Boca, mientras que Talleres hará lo propio como local frente a Instituto.
Estudiantes se quedó con el clásico platense
segundo tiempo demoledor, donde marcó el rumbo del partido a partir de los 40 segundos con los goles de Santiago Ascacibar, Guido Carrillo en dos ocasiones y José Sosa desde el punto de penal. Salazar descontó a falta de tres minutos para el final. El Lobo tuvo un buen primer tiempo y prácticamente borró a su rival del campo. Sin embargo, lo que no entró para el Bosque lo pagaron carísimo cuando el León rugió desde el inicio del segundo tiempo y mostró sus garras en 1 y 57.
Gimnasia tuvo algunas ráfagas en el primer tiempo. A los 15 minutos, Nicolás Colazo probó con un tiro que se fue al córner. De ese tiro de esquina, Matías Mansilla despejó a medias y Nicolás Garayalde, con un zurdazo, estrelló el balón en el palo izquierdo de Estudiantes. Los locales apenas inquietaron con un centro de Eric Meza que Gastón Benedetti cabeceó y Nelson Insfrán contuvo. El resto fue para la visita, que intentó con un cabezazo de Yonathan Cabral que Mansilla desvió por poco y, de ese tiro de esquina, vino un cabezazo apenas desviado del uruguayo Matías Abaldo.
El dominio de Gimnasia pasó a ser de Estudiantes en la segunda parte. Eduardo Domínguez movió piezas durante el descanso y le salió de maravillas. A los 40 segundos del segundo tiempo, el Pincha puso el 1-0 en una jugada donde Leonardo Morales despejó a medias un centro de Luciano Giménez y Santiago Ascacibar no perdonó con un zapatazo rasante desde la puerta del área grande.
Gimnasia quedó noqueado con ese golpe y, poco después, recibió otro. A los 6 minutos del segundo tiempo, Estudiantes metió el 2-0 en un abrir y cerrar de ojos. Eros Mancuso, recién ingresado, mandó un centro desde la derecha y Guido Carrillo con un frentazo volvió a vulnerar la resistencia del Tripero. Sin reacción alguna, el Lobo sufrió con un par de situaciones de Tiago Palacios que el ex Platense y Montevideo City Torque no pudo concretar. Sin embargo, el 3-0 llegó un rato después del cuarto de hora cuando Giménez peinó y Carrillo le reventó el arco a Insfrán con un derechazo sin ángulo.
El Tripero descontó sobre el final con un centro de Benjamín Domínguez que David Salazar cabeceó. Sin embargo, la visita le regaló un penal en una situación totalmente insólita. Un penal infantil de Insfrán sobre Pablo Piatti terminó en el gol de José Sosa, que puso el 4-1 definitivo al derbi. Así, Estudiantes de La Plata no tuvo piedad ante Gimnasia y se quedó con el clásico en un inolvidable 4-1.
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