Tras la polémica salida de Sebastián Méndez de irse a Vélez ese domingo por la mañana que sorprendió a propios y a extraños, luego de ganarle 3-0 a Independiente, el que tomó un fierro caliente fue Cristian González. Con dos entrenamientos a cuestas, el Kily dirigió al equipo ante Atlético Tucumán, que perdió 1 a 0 en el Jardín de la República.
Tácticamente y estratégicamente, el Kily González apostó a continuar lo que Méndez había comenzado en Unión y, con algunos altibajos, llevó al equipo hasta el final del Torneo de la Liga Profesional, donde lo mantuvo a cinco puntos del puesto de descenso, compartido por Colón y Huracán.
Unión fue más fuerte de local, y eso se refleja en los números. Frente a su gente, en esta Copa de la Liga, obtuvo dos victorias y cinco empates, sumando 11 puntos sobre 21 en juego, con una efectividad del 52%, muy superior a la campaña de visitante. Por su parte, Unión, jugando fuera del 15 de Abril, sumó apenas una victoria, dos empates y cuatro derrotas, tres de ellas consecutivas. De esta forma, de visitante, el Tate suma apenas cinco puntos sobre 21 en disputa, con una efectividad del 23,8%.
Trabajó con perfil bajo y estuvo a la altura de las circunstancias en un encuentro acotado, en el que no hubo margen para el error. De ahí la explosión en un abarrotado 15 de Abril, donde la gente empujó y jugó su partido. No quedaba otra, era ahora o nunca. En la conferencia de prensa, el Kily, visiblemente emocionado, comenzó a contar sus sensaciones, sin hacer demasiado hincapié en el análisis del partido, que quizás era lo menos importante. En esta ocasión, sin la verborrea habitual, los jugadores irrumpieron cantando «Y dale Unión» muy fuerte y para apoyar al entrenador en esta valiente parada, que acabó en salvación. Momento emotivo de este Unión, que es de Primera División.
Pero lo negativo fue que armó el plantel para afrontar la segunda parte del año. Manifestó que no iba a traer por traer, y Unión decidió incorporar 6 jugadores. Franco Pardo (All Boys), Dante Campisi (Huracán), Nicolás Orsini (a préstamo de Boca), Patricio Tanda (reserva de Racing), Tiago Banega (pertenece a Racing) y Gonzalo Morales (a préstamo de Boca). Tres jugadores se fueron: Ezequiel Cañete, que se fue a préstamo a Banfield (rival directo por el descenso), Yeison Gordillo a Vélez y Luciano Aued a Instituto, otro rival directo.
En el caso de Unión, la Copa de la Liga fue de menor a mayor, coincidiendo con un gran momento individual de Gonzalo Morales. Convirtió 4 goles en los primeros 3 partidos (1 a Racing, 2 a Estudiantes y 1 a San Lorenzo). Pero la racha se apagó rápidamente, y en los 13 partidos jugados, esos fueron los únicos 3 goles convertidos por el delantero. El mayor déficit de Unión fue la falta de gol, a tal punto que el segundo delantero, Nicolás Orsini, sólo convirtió 1 gol, en la victoria ante Sarmiento en la última jugada del partido. En estos 14 partidos, Unión ganó sólo 3, empató 7 y perdió 4, con 10 goles a favor y 13 en contra. Esto arroja un total de 38% de los puntos obtenidos bajo la gestión del Kily González, considerando los partidos de la liga anterior. De los 11 empates totales acumulados por el Kily mientras estuvo al frente de Unión, 8 fueron 0 a 0, algo inusual en el fútbol argentino.
Indudablemente, más allá de que tuvo muy pocos cambios, el Kily también cometió muchos errores en los últimos tiempos, no sólo dentro de la cancha, sino también a la hora de hacer declaraciones. Entró en un desconcierto general y la sensación es que el DT se quedó sin recursos para reforzar el plantel.
De los últimos 14 partidos que jugó, ganó tres; uno ante un Estudiantes alternativo, el segundo ante Sarmiento en el cuarto minuto de descuento, y el partido ante Tigre, que de todos modos terminó ganando bien, ya que se mostró sólido defensivamente, con mucha lucha en la mitad de la cancha y eficiente en los metros finales, algo que le costó todo el año. Sin embargo, en el segundo tiempo se retrasó más de lo necesario, ya que en varias ocasiones estuvo más cerca del 2-0 que Tigre del empate.
En las situaciones límite, Unión mostró falta de respuestas. Perdió los últimos tres partidos de visitante y no pudo ganarle de local a Defensa y a Lanús. Ningún partido pudo imponerse con autoridad y dar un golpe sobre la mesa. Ante Tigre no les sobró nada, salvo la actitud y entrega de algunos de los chicos y en especial del capitán Claudio Corvalán, que jugó más de media hora totalmente acalambrado y fue la figura del partido.
En este mediocre y devaluado fútbol argentino, Unión, de paupérrima campaña, estuvo a cuatro puntos de quedar entre los cuatro primeros y clasificar a cuartos de final. Precisamente esos cuatro puntos que perdió fueron de local ante el Halcón y el Granate. De aquel equipo que luchaba y no se rendía quedó poco o nada. En los últimos partidos, Unión se desdibujó por completo y era lógico que así sucediera. Una situación que se veía venir y un golpe de realidad que llegó en el momento menos indicado. En diversos medios de la ciudad se preguntan por la continuidad del entrenador Tatengue. Existe un detalle que muy pocos notaron en medio de la euforia: durante la entrevista con los colegas de TNT Sports, González mencionó que se «vació». Y en el programa F90, conducido por Sebastián Vignolo, comentó: «Es hora de hacerse cargo de las situaciones y tratar de cambiar de verdad; me debo una charla con los dirigentes».
De momento, es prematuro hacer predicciones sobre el futuro. Pero estas declaraciones generan cierta incertidumbre. Y es que González tiene contrato hasta junio del año que viene. Por otra parte, otro asunto que debe resolver la Comisión Directiva y es levantar la inhibición de Deportivo Capiatá contra Marabel por 500.000 dólares. Una vez abonada la primera parte del pase de Imanol Machuca por Fortaleza que asciende a 3 millones de dólares, se deberá saldar la deuda con celeridad para evitar situaciones similares a las ocurridas en este mercado de fichajes, cuando se levantó la orden de alejamiento a sólo cinco días del inicio de la Copa de la Liga.
En el caso hipotético de que continúe, es crucial que tanto el cuerpo técnico como los dirigentes acierten en el mercado de pases. El primer mercado de pases estuvo lejos de ser positivo, con solo Morales destacándose por encima del resto. Finalmente, tendrá que aprovechar de una vez por todas la Copa de la Liga para hacer competitivo al Unión. El próximo año se invertirá el calendario, empezando por la Copa Nacional de 14 fechas. Después, la segunda mitad de la temporada comenzará con la Liga Profesional, que se jugará entre agosto y diciembre, abarcando un total de 27 fechas en formato de ida y vuelta.
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